miércoles, 20 de noviembre de 2013

Soledad creativa

Muchos piensan que el proceso de creación es esencialmente solitario, pero no tiene por qué ser así. De hecho, muchos de los que nos dedicamos a estas actividades agradecemos tener a alguien a nuestro lado que nos regale una palabra de aliento mientras recorremos los tortuosos caminos de la creación artística.

Para mí, no hay nada mejor que tener a mi lado a un lector, un amigo, que vaya siguiendo las letras que escribo, que vaya comentando las sensaciones que mis textos le producen y poder disertar durante horas sobre cómo y por qué digo lo que digo cuando lo digo. También me gusta participar en el proceso de otros.

Hace un par de días, pasé una mañana inolvidable hablando con otro escritor, Ángel Marqués, sobre la novela que está escribiendo, "El Balneario de Tozeur", y no podéis imaginar la magia que surge de este tipo de encuentros. Se activan las ganas de escribir, se reavivan las ilusiones y se calman las ansiedades.

No, el proceso creativo no tiene por qué ser solitario. Es más, el ermitaño escritor florece en compañía de sus lectores. Al fin y al cabo, escribimos para ellos.


lunes, 18 de noviembre de 2013

¡Feliz Navidad! Regalos personalizados

Se acercan las navidades. Ya, parezco el Corte Inglés, pero es que hay regalos muy especiales que requieren un tiempo de preparación. ¿Qué tal un cuento personalizado? ¿Un álbum artesanal con ilustraciones hechas a mano? ¿Y una biografía para esa persona tan especial de tu familia que tanto se merece ser recordada para siempre?

Piénsalo, yo puedo hacerlo para ti.

Si visitas mi página web www.entre-letras.com podrás ver todo lo que ofrecemos.
http://www.entre-letras.com/#!lo-que-puedo-escribir-para-ti/c4md



lunes, 19 de agosto de 2013

Suerte!

Doy por concluida mi guía para escritores noveles, pero estoy abierta a cualquier cuestión que os surja de leer estas líneas.

Espero que aquellos que persiguen su sueños os haya sido de utilidad.

No dejéis de leerla.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cómo buscar el Agente o la Editorial adecuada

Ya te has decidido. Has pensado que la forma en la que deseas publicar tu obra es a través de los cauces tradicionales, contando con un agente o una editorial.

Aquí empieza un duro ejercicio de preparación y paciencia, y un trabajo concienzudo para la correcta elección de tu futuro agente o editorial.

Como dije en la entrevista para Diario Fénix, escrita por Francisco Navarro (@gasolinero) "Hay que saber cómo “entrarle” a una editorial, no se manda el manuscrito sin más. Es fundamental ofrecerse de un modo profesional. Igual que no se va a una entrevista de trabajo en chanclas, el presentarse a una editorial requiere ciertos formalismos para que a uno le tomen en serio"


El primer paso es buscar la editorial o el agente adecuado, a quién le vamos a presentar nuestra obra. Desde luego, si escribimos novela negra, no será lo más apropiado presentarla a una editorial especializada en cuentos infantiles, por ejemplo.

Para ello tienes que hacer una cuidadosa selección. hacerte con un buen listado y visitar las páginas de cada una de las editoriales o de los agentes y tener claro qué es lo que buscan. Ten en cuenta que la mayoría de las editoriales no aceptan manuscritos no solicitados. ¿qué quiere decir esto? Pues que no se te ocurra ir enviando tu obra a diestro y siniestro,  ni mandarla, por ejemplo, en un mensaje de Facebook.

Recuerda: Primero, antes de nada, registra tu obra. Después, prepara un escrito para enviar. De lo que se trata es de despertar el interés por tu obra. Para ellos lo mejor es elaborar una propuesta para el editor. Cuéntales quien eres, preséntate tú (indica si tienes algún blog literario, alguna otra obra publicada, concursos en los que hayas obtenido buenos resultados...) y presenta tu obra, incluye una breve sinopsis, y diles por qué crees que deben publicarla destacando los aspectos fundamentales de la misma... haz que quieran saber más. Esta presentación debe ser breve, no más de dos folios escritos a doble espacio por una cara. También deberías incluir una muestra de escritura, unas diez o quince páginas de la novela.

El texto tiene que estar impecable, ni una falta, claro y bien expresado. Quieres presentarte como un buen escritor, y esto va a ser tu tarjeta de presentación. Cuídala mucho.

Cuando ya tengas tu presentación y la lista de agentes o editoriales a las que vas a enviarlo, ármate de paciencia. Empieza uno a uno. Entérate de quien, dentro de la editorial o la agencia se encarga de la recepción de propuestas y dirígete a esa persona. Es fundamental que mandes los mail uno a uno. Nada de destinatarios múltiples, ni siquiera aunque estén ocultos. Eso da muy mala impresión. Recuerda: tu trabajo como escritor ha comenzado, se profesional.

Ahora ya no vas "a la desesperada" has realizado una importante y laboriosa tarea de preparación. Sácale el máximo provecho.

Os dejo algunos enlaces que os pueden resultar interesantes:
http://agenciasliterarias.blogspot.com.es/
http://www.unionescritores.com/2011/02/agentes-literarios-en-espana.html
http://www.federacioneditores.org/

Mucho cuidado con aquellas editoriales que os pidan dinero de entrada para publicar. En muchos casos, se aprovechan de las ilusiones de un escritor para sacarle el dinero.

Diferencia estas empresas de los servicios de corrección y lectura profesional. Ellos no te ofrecerán publicar, sólo revisar tu obra para dejarla en las mejores condiciones para ser presentada, pero no la presentan por ti ni se comprometen al resultado sobre su posible publicación. Éstas personas, correctores y lectores, son profesionales y hacen su trabajo sin veladas falsas promesas sobre la publicación de la obra. A veces puede resultar muy interesante contar con un informe favorable de un lector profesional a la hora de presentar tu obra, ya que siempre resulta una buena garantía de la calidad de tu trabajo.

Un buen agente o editorial apuestan por ti, por tu obra. Ellos hacen la inversión económica, que no es pequeña, para que tu obra vea la luz y corren con el riesgo de la operación.

Ahora, ¡a trabajar!


lunes, 12 de agosto de 2013

Cosas que debes saber antes de pensar en publicar: Registro de la propiedad intelectual, ISBN y Depósito legal.

Registro:
Elijas la forma que elijas para publicar, lo primero es registrar tu obra. De esta manera quedará constancia de su autoría. Y esto debes hacerlo nada más tenerla lista para su publicación, antes de enviársela a nadie, editoriales o agentes.

Según la definición del ministerio de cultura, “el Registro es un medio para la protección de los derechos de propiedad intelectual de los autores y demás titulares sobre sus obras, actuaciones o producciones. La inscripción registral supone una protección de los derechos de propiedad intelectual, en tanto que constituye una prueba cualificada de la existencia de los derechos inscritos.”

El registro no es obligatorio. Las obras no registradas no dejan de estar protegidas por la ley, el autor no queda totalmente desamparado. Pero el registro constituye una prueba frente a terceros de la autoría de la obra, y en caso de tener que reclamar por un posible plagio o uso no autorizado de tu obra, contar con la prueba que supone el registro facilitará mucho las cosas.

En la página del Ministerio de Cultura podéis encontrar toda la información necesaria así como los impresos para llevar a cabo el registro:

Aquí puedes descargar la solicitud y consultar las direcciones de las sedes para presentarla o incluso, presentarla telemáticamente si dispones de certificado digital.

Cuesta, según las tasas vigentes para este año (2013) 12,94€

Para alcance global puedes usar SAFE CREATIVE. Es gratis en su versión más básica y también tienen planes que ofrecen más opciones a un coste relativamente bajo.
Ofrecen registro para todo tipo de obras. También para las entradas de tu blog.

¿Qué es el ISBN?
El International Standard Book Number abreviado ISBN, es un identificador único para libros, previsto para uso comercial. Es un conjunto de 13 dígitos que identifican tu obra y la encuadran dentro del amplio panorama de obras publicadas (el código de país o lengua de origen, el editor, el número del artículo y un dígito de control). Las editoriales disponen de un ISBN o varios. Si publicas con una editorial, ellos te asignarán el ISBN correspondiente con la publicación.

Las editoriales por encargo, tipo Lulú o Bubok también ofrecen la asignación gratuita de un ISBN si publicas con ellos.

Ojo. El ISBN no es obligatorio para publicar un libro y tampoco supone un estándar de calidad ni protege de alguna forma los derechos de autor.

Si decides publicar tú mismo tu obra, puedes conseguir un ISBN de autoedición a través de la Agencia del ISBN.

Depósito legal:
El Depósito Legal tiene por objeto recoger ejemplares de las publicaciones de todo tipo reproducidas en cualquier clase de soporte y destinadas por cualquier procedimiento a su distribución o comunicación pública, sea ésta gratuita u onerosa, con la finalidad de cumplir con el deber de preservar el patrimonio bibliográfico, sonoro, visual, audiovisual y digital.

Están obligados a solicitarlo los editores e impresores o productores si el editor tiene su residencia fuera de España.

Como autor no tienes que solicitarlo tú mismo. En las publicaciones de impresión bajo demanda no es obligatorio el depósito legal.

En las modalidades de coedición o autoedición tradicional   será la editorial o el impresor los que soliciten el depósito legal de la obra. Consulta este punto con la imprenta donde vayas a llevar tu obra.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Ya tengo mi obra escrita y revisada, pero ¿ahora qué?

Perfecto, ya has terminado la parte fácil (por llamarlo de alguna manera) ahora comienza el verdadero trabajo. No me queda otra que decirte que, antes de nada, tus primeras armas van a ser la paciencia y la perseverancia.
¿Cuáles son las vías para publicar una novela? No existe sólo una. No sólo las editoriales tienen la llave para ver tu obra convertida en un libro de verdad. Aquí cada cual tiene sus preferencias. Todas las vías tienen sus ventajas e inconvenientes y yo quiero daros la información necesaria para que escojáis la que más se adapte a vuestra necesidad.
Editoriales y Agentes: apostando por lo tradicional
Lo más probable es que cuando uno piensa en publicar un libro, lo primero que le viene a la cabeza es que en el lomo lleve impreso el sello de una editorial.
Como os decía, suele ser éste el primer método de elección, dejando, lamentablemente, la autoedición para cuando la paciencia o los recursos se agotan, en lugar de considerarla como el modo más apropiado de difusión para determinados manuscritos, que es lo que debería ser.
Como todo, la publicación a través de una editorial tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las primeras hay muchas, como el prestigio que aporta hoy en día tener el respaldo de una editorial de las tradicionales. También, y tal vez esto es lo más importante, hay que tener en cuenta que la editorial asume el riesgo, hace el aporte económico, la inversión, la apuesta por la idea y el autor y tendrá interés en amortizar esa apuesta. Por ello el escritor no se verá solo ante el peligro. Contará con el apoyo de su editor para que la obra funcione y se venda. Y os digo, por experiencia propia, que contar con un buen editor que te apoye y te ilumine el camino, sobre todo cuando uno está “pez” en estas lides, es algo que no tiene valor calculable.
¿Qué es lo que se pierde? Como decía en la entrevista que me hicieron en Diario Fénix a propósito del lanzamiento de La Escondida, se pierde dinero, básicamente. Los beneficios para el autor se ven mermados, sujetos al contrato de edición, al porcentaje que se nos pagará en concepto de derechos de autor por nuestra obra, que normalmente no es demasiado alto.
El principal problema que esta vía nos presenta es la enorme dificultad que supone acceder a una de estas editoriales. Hay que trazarse un plan de trabajo (que os explicaré más adelante) para maximizar las posibilidades de éxito)
La figura del agente se está haciendo cada vez más indispensable. Se puede considerar al agente literario como un primer filtro de acceso a la editorial. No deja de ser un intermediario que también se lleva su parte del beneficio, pero facilita enormemente el llegar a nuestra meta final: El editor.
El agente selecciona las obras que le llegan en base a su potencial, las filtra y decide a qué editoriales las presenta en función de su contenido. Hoy en día, la mayor parte de las editoriales están cerradas a la presentación de manuscritos que no les lleguen avalados por un agente literario.

Autoedición: otra forma de hacer las cosas.
Consiste básicamente en asumir todo lo que conlleva la publicación de un libro.
No es un método nuevo, pero ha conocido una segunda juventud gracias a la impresión digital.
El autor encarga una serie de ejemplares a una imprenta, habiendo elegido previamente el formato, calidad, número de ejemplares que se van a imprimir. Dependiendo de todos estos factores el coste por copia será uno u otro.
Como escritor deberás revisar tu obra a fondo. Ellos no van a corregirla, a editarla. Tienes que darles toda esa parte del trabajo ya hecha. Incluido el diseño de portada.
Antes de encargar una tirada de muchos ejemplares pide que te den una copia de muestra. Ello te permitirá ver físicamente cómo quedará el libro y detectar los posibles errores.
Después te tocará colocarlo en librerías, promocionarlo a través de las redes sociales…
Es una opción adecuada para libros técnicos, manuales o similares.
Impresión bajo demanda: la alternativa más novedosa.
Desde hace varios años han proliferado las empresas de impresión bajo demanda. Lulú, Bubok… son tal vez las más conocidas, pero hay un montón. Sólo hace falta darse un paseo por las entradas que te brinda tu buscador al respecto.
¿Cómo funciona este invento? La clave es precisamente esa forma de trabajo: la impresión bajo demanda.
Ellos te ofrecen la posibilidad de publicar tu novela sin que a ti te cueste un euro. Pero es cierto que todo el trabajo te va a corresponder a ti.
Tú serás quien elija el formato, la calidad de impresión, diseñarás tu portada, adecuarás el contenido a las páginas según ese formato y deberás controlar que todo queda en su sitio. Esto supone un enorme trabajo añadido al finalizar tu obra, pero eres tú quien decide si merece la pena.
El principal problema que yo encuentro en este tipo de edición es que el coste por copia sube muchísimo y hace que tu obra se encarezca hasta el punto de que si quieres obtener un mínimo de beneficio el precio para el consumidor final va a ser alto en comparación con los libros del mercado tradicional.
Por otro lado, estas empresas no revisan los contenidos, por lo que aún mucha gente piensa que allí se publica todo, sea bueno o malo y que mayoría son obras que no han alcanzado la calidad suficiente para ser publicadas de la manera tradicional. Esto no es real. Entre las obras autoeditadas hay verdaderas maravillas, pero no es fácil quitarse de encima el “San Benito” de escritor de segunda que te puede acompañar después durante el resto de tu carrera. Además, una vez la publiques te quedará vedada la posibilidad de presentar tu obra a concursos literarios que exigen que las obras presentadas sean inéditas. Algo que debes tener muy en cuenta si te lanzas a esta aventura.
Generalmente estas páginas cuentan con planes “de pago” que equiparan (sólo en determinados puntos) la edición por este medio a la tradicional. Corrección, promoción, notas de prensa… pero hay que invertir en ello y ser realista en cuanto a la inversión que estamos dispuestos a hacer.
La difusión de la obra será menor. Muchas veces se limita a tu círculo de amigos y cuenta, desde ya, que más del cincuenta por ciento nunca va a comprar tu novela. No porque no quieran, suele ser más bien por pereza o por no encontrar el momento. Las buenas intenciones están, pero el día a día nos come a todos y al final siempre se depende de una buena distribución, de que el libro siempre esté “a mano” del comprador.
Como ventaja tiene que los beneficios son mayores al eliminar el intermediario. Si eres una persona con contactos y estás dispuesto a dedicarte en cuerpo y alma a conseguir llevar tu obra a todos los rincones del planeta para poder colocarla en cuatro o cinco, entonces es una magnífica opción.
También lo es para aquellos que sólo desean imprimir unos cuantos ejemplares para la familia, como recuerdo o para regalar a alguien especial.
Para alcanzar una alta difusión de tu obra vas a tener que invertir los mismos esfuerzos, si no más, en promocionarla que lo que te costaría buscar una editorial tradicional.
Ésta no es, en principio, mi elección. Yo escribo novela, ficción y el canal más adecuado para mis propósitos es la edición tradicional.
De entre todas las opciones, busca aquella que te ofrezca el formato que estás buscando. No todas ofrecen las mismas posibilidades en cuanto a tamaños, papeles, colores, tapas blandas o duras, con sobrecubierta…

¿Qué hay de la Coedición?
Hay empresas editoriales que publican compartiendo los gastos que supone la edición con el autor. Esto puede beneficiar al escritor que cuenta en este caso con el nombre de la editorial y su prestigio a la hora de buscar formas de distribución.
Puede ser una buena opción, igual que en los casos anteriores, para publicar libros especializados en los que el autor cuente con una salida para ellos aunque sea reducida, como alumnos de una facultad, o miembros de una ONG o asociación.

Resumiendo:
Dependiendo del tipo de libro que quieras editar, te pueden interesar las empresas de autoedición o coedición, pero, en mi opinión, si lo que tú quieres es publicar una novela, lo mejor es optar primero por la manera tradicional.



lunes, 5 de agosto de 2013

Lo primero es escribir bien:

Y no me refiero sólo al hecho de tener cualidades literarias. Soy de las que piensa que nadie nos puede enseñar a escribir. Sólo nosotros mismos a través de la práctica y, sobre todo, de la lectura voraz, llegaremos a pulir nuestro estilo.

Leer, leer y leer más. Esa es la primera de las claves. La lectura de un buen libro siempre es una fuente de inspiración y de aprendizaje.

Pero de esto trataremos en el siguiente capítulo, de cómo extraerle el jugo a los textos que lleguen hasta nosotros.

Ahora, mi objetivo es mentalizar al escritor en ciernes de la suma importancia que tiene escribir correctamente, con una gramática pulida y una ortografía impecable.

Con el auge de las redes sociales, cada día leemos más de una pantalla, y cosas que no tienen nada que ver con el buen estilo literario. Mensajes cortos, sms, micro historias en 140 caracteres. Miles de frases en las que no se tiene en cuenta la ortografía, se escribe de cualquier manera y el resultado es penoso.

Tampoco os fiéis, JAMÁS, del corrector automático del programa de textos que utilicéis. Están llenos de lagunas y de errores. No sólo porque no son completos (aunque van mejorando versión a versión) si no porque hay palabras que pueden estar bien escritas pero no ser exactamente las que queremos decir, como es el caso de los ejemplos que cito a continuación. El corrector puede ser una buena herramienta para los deslices de escritura. Esas veces que se nos van los dedos a la tecla inadecuada y escribimos “Madird” en vez Madrid, pero no nos exime de revisar el texto palabra por palabra para detectar el resto de nuestros fallos.

En mi recorrido por las cientos de bitácoras que sigo y de las que extraigo mucha información, me encuentro de todo. No sólo en los comentarios de la gente a esos artículos, si no también, y lo que es peor, en el post mismo. Yo entiendo que un desliz lo tiene cualquiera, pero cosas como confundir “A ver” con “Haber” o las clásicas “Ay”, “Ahí” o “Hay”, no tiene perdón.

El uso abusivo de los traductores automáticos suele ser un auténtico desastre para nuestra lengua, y de tanto leer cosas mal escritas el ojo se acostumbra y ya no le saltan a la vista (valga la redundancia) las faltas de ortografía como sucedía antes. Gran parte de lo que leemos en internet está traducido de esta manera.
Fundamentalmente artículos especializados que no pasan por las manos de un profesional para adaptar lo que dicta el traductor de Google a una correcta forma de expresión en otro idioma. Y no dudo que lo mismo ocurra a la inversa.  Para ello hay que contrarrestar este bombardeo de errores ortográficos con más “alimento” pero del bueno. Volver a acostumbrar al ojo a ver, más allá de mirar. Y la mejor forma de alimentarnos es leyendo, pero no de fuentes inapropiadas. Libros, ahí está la clave.

Además de esto, ahora mismo tenemos acceso a multitud de herramientas para, en caso de duda, no meter la pata.

http://www.rae.es/rae.html
Imprescindible donde los haya, el diccionario de la Real Academia de la Lengua

http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000016.nsf/(voAnexos)/arch81783F098CA4E696C12572C60031796A/$FILE/ngramatica.ht

También de la RAE, los dosieres de gramática, para resolver cualquier duda.

No hay nada más desastroso que presentar un manuscrito lleno de faltas. Los correctores no están para estos menesteres, y si tu texto no está previamente pulido, lo más seguro es que, con la carga de trabajo que tienen, quede aparcado en cualquier rincón sin posibilidad de rescate. Si tu novela, ensayo, poesía está llena de “licencias ortográficas mal entendidas” hará daño a la vista y te descalificará, sin duda, como escritor.


sábado, 3 de agosto de 2013

Recomendaciones para escritores noveles: Una primera aproximación.

Introducirse en el mundo de la literatura requiere, además de tesón y mucho trabajo, una buena dosis de paciencia.

Miles de personas escriben libros con mejor o peor suerte. Y, por lo general todos ellos sueñan con ver su obra publicada. Os podéis imaginar que el panorama resulta muy poco alentador. Si unimos a ello la actual crisis del sector nos encontramos en una tarea harto complicada.

Pero no os desaniméis porque con un poco de suerte y haciendo bien las cosas, tú puedes ser uno de esos afortunados que vea su obra en los estantes de las librerías.

En esta serie de post quiero contaros lo que he aprendido a lo largo de los años, cuál ha sido mi experiencia publicando mi novela La Escondida y la pelea por vender.

Hay muchos blogs dedicados a esto mismo, pero una vez que te inicias en la búsqueda resulta un infierno saltar de uno a otro para recoger unas pocas piezas y poder componer el puzle final.

Editores, agentes, empresas para la autopublicación, correctores, y desalmados que se aprovechan de los sueños de otros para sacar unos euros. Cuidadito.

Con esta guía que os ofrezco, paso a paso, podéis iniciar vuestra propia cruzada con las armas adecuadas. Yo siempre he pensado que la calidad de las obras es lo que tiene que prevalecer. Cuanto mejor sea lo que se ofrece al mercado, más calidad llegará a los lectores que se animarán a seguir leyendo, Hay buenísimos autores que siempre quedarán en la sombra por no saber cómo se llega a entrar en este difícil mundo. No seas tú uno de ellos. Cuenta con las herramientas adecuadas y sigue los consejos que te brindo.

Encontraréis cursos y talleres, muchos de ellos con un coste económico importante, y ahora no estamos nadie para dejarnos el presupuesto del mes en ellos. Algunos se empeñarán en enseñaros a escribir. Ese no es mi propósito. Si tú estás aquí, si estás leyendo esto, posiblemente ya sabes escribir, ya tienes algún texto, alguna obra terminada y lo que pretendes es que vea la luz. Ese es el objetivo de estos artículos: guiarte en estos primeros pasos imprescindibles y que seas capaz de encontrar claves para presentar tu obra en las mejores condiciones a la vista de un agente o editor.

Iréis encontrando artículos periódicamente. El primero, este lunes.


Espero, sinceramente, ser de ayuda.


martes, 30 de julio de 2013

Entrevista en Diario Fénix, por Francisco Navarro

Cuando mi novela La Escondida vio la luz, Francisco Navarro me hizo una interesante entrevista para Diario Fénix. No sólo por lo que se dice de mi novela, si no porque puede ser un punto de partida interesante para todos aquellos que quieren iniciarse en esta aventura de ser escritor. Aquí os la dejo.

http://www.eldiariofenix.com/content/el-presentarse-una-editorial-requiere-ciertos-formalismos-para-que-uno-le-tomen-en-serio

"El presentarse a una editorial requiere ciertos formalismos para que a uno le tomen en serio"
18/06/13
ESPAÑA

Francisco Navarro

Marta M. Fresno (Madrid) acaba de publicar una novela, La escondida, en  la editorial Sepha. También ha estado en la Feria del Libro de Madrid.  Ha visto cumplido un sueño. Marta se mueve como pez en el agua por las redes sociales, edita un par o tres de blogs. Es cercana, parece que mantiene la cordura a pesar de la vorágine de estas semanas. Nos acercamos a ella para que nos cuente su experiencia.

—¿Cuándo comienza a escribir?

En el cole… escribía en la revista que editábamos para alumnos, padres y profesores… pero bueno, hablando de escribir en serio, hace ya varios años llenaba mis ratos escribiendo relatos que me servían de inspiración para pintar, o simplemente brotaban de mis pinturas, como una descripción de lo que sentía cuando tenía el pincel en la mano

—¿Cuándo decide que lo que escribe merece la pena ser leído?

Hubo un momento en que estaba necesitada de comunicarme, de hablar de mí, de mis sentimientos e inquietudes, supongo que no fue tanto pensar que merecía la pena que me leyeran si no un deseo de que lo hicieran.

—Usted escribe en, al menos, un blog…

Sí, escribo un blog de reflexiones personales y uno dedicado a los animales, que son mi segunda pasión. Ahora mismo también colaboro con IPETME, del grupo Petuluku, dedicado a ellos, nuestros amigos peludos.

—Háblenos de ese medio, de sus ventajas y también de los inconvenientes de las bitácoras.

Sin duda es una forma estupenda de comunicación, un lugar íntimo, personal donde colocar muchas cosas, donde dejar que los demás empiecen a conocer lo que tienes que decir. No dejo de pensar que los blogueros tenemos algo de exhibicionistas, nos ponemos en el escaparate, ponemos frente al público nuestros conocimientos, nuestra personalidad, pero no deja de ser un excelente modo de promoción.

Otra de sus indudables ventajas es la facilidad para actualizar contenidos, las web tradicionales son mas estáticas, menos cercanas.

—También se mueve en las redes sociales como pez en el agua.

Hace muchos años que descubrí las bondades de internet, de los chat, cuando a éstos los administraban los proveedores de internet como Lander o Arrakis (casi cuando los dinosaurios poblaban la tierra.)

Como para casi todos, mi entrada en Facebook empezó como una forma de retomar contacto con antiguos compañeros de trabajo, de colegio, de universidad, con los que hacía tiempo que no hablaba. Una forma de saciar la curiosidad por saber qué ha sido de ellos, cómo ha tratado la vida a esas personas que un día formaron parte de la nuestra.

Pero poco a poco para mí se ha llegado a convertir en un modo de vida. La presencia continua en estos medios te acerca a gente muy diversa, se interesan por lo que hago, por lo que escribo y tengo muchos amigos desconocidos, y he conocido a mucha gente muy interesante, gente que me han apoyado y animado desinteresadamente, solo porque han disfrutado en algún momento de mis palabras, que disfrutan leyéndome. Es una manera de llegar lejos, muy lejos, para comunicar lo que deseas.

—¿Cuál prefiere?

Sin duda, Facebook, por la cercanía, por la posibilidad fácil de hablar con los demás, es más directo y menos lioso que twitter. No cabe duda de la importancia de este último como medio de información directa en tiempo real, pero a veces es imposible estar pendiente de manera constante a lo que dicen las personas a las que sigues. Muchos contenidos interesantes acaban perdidos en la marea de “ twits”

—¿Cuándo —o mejor, cómo— decide embarcarse en la escritura de una novela?

Cuando el relato empieza a quedarse corto, llega el momento de embarcarse en algo más grande. Empecé delante de una página en blanco, con una historia en la cabeza, pero sin un plan, sin un esquema. La historia iba surgiendo a partir de unas cuantas ideas, y resultó que acabó siendo una novela, y me satisfizo el resultado.



—¿Qué ha supuesto para usted La escondida?

Es mi primera novela publicada, un sueño hecho realidad, aunque suene infantil o sea una expresión manida… pero no puedo explicarlo de otro modo.

—¿La búsqueda de editorial es tan farragosa como se cuenta?

Lo es. Eso sí necesita un buen plan. Primero encontrar y seleccionar bien las editoriales donde encaja tu trabajo. No puedes llevar una novela negra a una editorial que solo publica ensayo económico, por ejemplo. La búsqueda inicial lleva mucho tiempo y dedicación.

Luego llega el momento de enviarles tu propuesta. Y hay que saber cómo “entrarle” a una editorial, no se manda el manuscrito sin más. A mí me ayudó mucho el artículo que ofrecen en escritores.org, sobre cómo elaborar una propuesta editorial. Es fundamental ofrecerse de un modo profesional. Igual que no se va a una entrevista de trabajo en chanclas, el presentarse a una editorial requiere ciertos formalismos para que a uno le tomen en serio.

Después toca esperar, y esperar, y esperar… La mayor parte de las veces ni siquiera recibes una respuesta, otras, esa respuesta es negativa, pero hay que creer en el proyecto, hay que seguir intentándolo y si lo que presentas tiene calidad no hay que rendirse. El día que la editorial Sepha me comunicó que iban a publicar mi libro me sentí eufórica, sí, de verdad, eufórica… fue un gran momento.

—¿Qué pierde uno al firmar un contrato de edición?

Básicamente, dinero. Los derechos como autor no son gran cosa, el porcentaje que el autor consigue por la venta de su obra es escaso, y eso que yo tengo un contrato muy favorable. Pero creo que las ventajas compensan con creces este punto. Tener el respaldo de una editorial tradicional a la hora de publicitar tu obra siempre resulta una garantía (sea real o convencional). Nos guste más o menos, parece que si te publican en una de estas editoriales, es como si fueras mejor escritor. Esto no es cierto, pero es la mentalidad que aún tenemos. Hay libros autopublicados que son auténticas obras maestras, otros, en cambio son obras que no han alcanzado a satisfacer los criterios de las editoriales.

Por otro lado, no podemos olvidar que la editorial hace una apuesta tanto personal como económica. Es la que corre con el riesgo de la operación, de la venta, del éxito o el fracaso.

—Usted difunde el libro por las redes sociales…

Sí. Ahora mismo se registran más de 70.000 títulos al año, de los que podemos considerar comerciales unos 35.ooo (no contamos con las tesis doctorales o libros temáticos muy especializados que no están destinados a la gran difusión de venta) Es muy difícil hacerse un hueco, posicionarse adecuadamente en las librerías, y si tu libro no se ve, no está físicamente en un escaparate, entonces no se vende… Por eso ahora es tan importante la labor de difusión que realiza el autor, y la mejor forma de hacerlo, de llegar a más personas es a través de las redes sociales.

—¿Están las editoriales preparadas para este nuevo paradigma?

Los editores, cada vez más, van encontrando en las redes un importante aliado. La comunicación con los autores y lectores resulta mucho más fluida, y es un medio de difusión que va ganando terreno. Yo creo que sí, las editoriales se están esforzando por conquistar estos espacios.

—¿Cómo se está vendiendo La escondida?

La verdad es que sorprendentemente bien. El día de la firma de ejemplares en la Feria del libro, se agotaron en nuestra caseta y en las de las librerías de nuestra red de distribución antes de la hora y media del tiempo que estuve allí.

El hecho de que la compra pueda realizarse tanto en librerías como a través de internet, facilita mucho la venta.

—El pasado fin de semana ha estado firmando en la Feria del Libro de Madrid. Cuéntenos la experiencia, ¿qué supone para una autora novel la experiencia?



Hace un año yo estaba al otro lado de las casetas. Paseaba y miraba cómo otros autores firmaban sus obras… soñaba con que un día llegase ese momento para mí. Y llegó, y lo he disfrutado muchísimo.

¡Espero que no sea la última vez!

La escondida, es una novela que se lee de un tirón, te engancha. Una vez que la empiezas no puedes parar. La aparición de una llave tras el fallecimiento del padre de Álex —la en principio anodina protagonista— hace que se enfrente a su pasado, a muchas preguntas sin resolver, hasta que descubre un horrible secreto familiar.

¿Física o Química?

Hoy os paso otro de los relatos favoritos del público. Es uno de los que más ha gustado porque aún siendo muy breve encierra muchos sentimientos. Espero que lo disfrutéis.

¿Física o Química?
Son las dos de la mañana, no puedo dormir... hace calor y se me pegan las sábanas. Doy vueltas una y otra vez sobre mi misma, abrazando con fuerza la almohada de forma inconsciente. Está también empapada ¿por qué?
Soy dueña de mí misma y controlo mis sentimientos, he aprendido a hacerlo con el tiempo. Seguro que no he estado llorando.

En el duermevela me levanta de la cama un sonido leve, como un crujido, pero apagado y lejano, algo se ha roto dentro de una caja de madera.
Me levanto, el pecho me duele muchísimo, es un dolor que atraviesa mi cuerpo hasta la espalda. Me cuesta respirar.Intento tumbarme de un lado, del otro, boca arriba y boca abajo, pero el dolor no cesa.

Pruebo dando un paseo por la habitación, caminando por el pasillo.
Una voz sale del dormitorio contiguo al mío ¿qué te ocurre?(....)Tómate una Buscapina, verás cómo se te pasa...

Pasó, qué alivio, pensaba que mi corazón se había roto de una vez por todas...

Parece que el desamor no produce esos síntomas físicos, todo se arregla con un poco de química...

miércoles, 24 de julio de 2013

Mal andamos...

Ayer fui a visitar el librero.

Parece una frase sacada de alguna novela del siglo pasado... tristemente... Y es que la gente ya no visita a los libreros. La pequeña librería está desierta. Los manuales, novelas, tratados, cuentos, se preguntan qué hacen allí acumulando polvo en lugar de estar viendo mundo, pasando de mano en mano como antaño. Y el librero solo, con todos sus conocimientos a la espera de que algún lector atraviese las puertas del Palacio de las Letras y le pida consejo.

Pero son malos tiempos para el librero, y por ende, para el escritor. Muy pocos somos los afortunados de ver nuestras obras publicadas, menos aún los que conseguimos estar en el escaparate, a la vista, tentando al transeúnte a alargar su mano y viajar dentro de las páginas de nuestra obra. Pero ¿por qué?

El ocio se diversifica. Las grandes superficies acaparan gran parte de nuestro tiempo y allí, los libros que se venden son los grandes "Best Sellers" que no necesitan de un librero que los conozca en profundidad y proclame sus bondades. Y así, miles de obras desconocidas seguirán siéndolo y sus páginas seguirán vírgenes de la caricia del lector.

La pequeña librería se resiente, el librero se lamenta y el el escritor llora su situación. Pero el que más pierde, sin duda, es el lector.

Renovarse o morir. De esta manera, las librerías se están adaptando a los nuevos tiempos. Se especializan y ofrecen actividades complementarias. Talleres, cafés, cuentacuentos, proyecciones, teatrillos para los pequeños y "Brunch" para los mayores... o a la inversa. El caso es que parece que de esta crisis van saliendo nuevas e interesantes ideas.

Y es que la vida está en los pequeños placeres, en los pequeños lugares, en las pequeñas tiendecitas del barrio... Ayudemos entre todos a conservar la realidad que hasta hace muy poco era la nuestra y devolvámosle el aliento a la calle.


martes, 23 de julio de 2013

El Artista

Como os decía, me traigo de mi antiguo blog uno de los relatos más leídos, si no el que más.
Espero que os guste:


Tamara de Lempicka


Ella se movía despacio, segura de sí misma, entre los estudiantes que admiraban su anatomía, sus curvas, su sensual forma de caminar entre los caballetes, los carboncillos, las pinturas sin manchar su inmaculada blancura. Casi flotaba mientras serpenteaba por los patios en busca de Él.

Ella, rubia, con la piel nacarada que asomaba entre los pliegues de su vestido veraniego, con sus labios sonrosados y su mirada azul que congelaba cual Medusa a aquel que osara mirarla fijamente… a cualquiera menos a él, a quien ella buscaba inconsciente de la ola de admiración que arrastraba tras de sí.

Inocente, se acercó sonriente al lugar donde él se encontraba sumergido en un lienzo. Sentía cómo su corazón latía más fuerte cuando por fin aspiraba el aroma de sus ropas, de su tabaco.

Se sentó, sin hablar, a su lado… su fría mirada se tornó en rojo carmesí, sus labios se henchían anhelantes, y su piel se teñía de rosado rubor, inocente, virgen, sólo por pensar que él fijaría sus pupilas en su hermoso rostro.

Levemente, ella acarició su hombro, tocó su rancia camiseta buscando su atención. Él, sorprendido por la interrupción levantó la mirada, hasta entonces fija en su trabajo, no sin cierto matiz de reproche, pero al verla, al ver al ángel que susurraba su nombre cerca de su piel, su semblante se tornó dulce y desarmado, sus fierezas sucumbían ante ella.

Con inimaginable ternura él retiró los cabellos dorados del rostro de Angelie, mientras ella entornaba los ojos ensoñando, tal vez, un beso.

Presto sustituyó la raída y vieja tela por un papel nuevo, blanco, como ella.

No sin pudor, Angelie se desprendió de sus ropas, descubriendo sus sensibles volúmenes. Sus hombros, sus caderas, los dedos de sus pies, los rosados pezones hacían que la luz reflejada en ellos cobrase un nuevo y divino significado.

Marco, el joven Marco, quien nunca antes había experimentado la sublimación del deseo carnal como cuando se encontraba delante de su ángel, tras admirarla unos instantes, dibujaba con fervor religioso cada una de esas curvas que le hacían creer de nuevo en Dios.

Con el carbón en la mano, Marco se deleitaba con cada trazo, cada línea le hacía sentir el hombre más afortunado sobre la tierra por que ella, el Ángel, era suya, suya de ese modo que jamás podría serlo para otra persona. Era su musa, su cielo, su hambre y su sed, así como su calma y cobijo.

La desesperación asomaba a los ojos de Marco al descubrir que nunca sus trazos recogerían la belleza de aquel ser a caballo entre lo humano y lo que está más allá de la razón. Sucumbía al desánimo y se revolvía en su desesperación, para pronto entender que esa inalcanzable perfección era, precisamente, lo que los mantenía unidos. Y así seguiría siendo… tampoco él deseaba otra cosa.

Finalizada la sesión, Marco extendía su mano, y dejaba sobre las ropas unas pocas monedas. Se alejaba, para no empañar más con su mezquindad humana, con la materialidad del cobre, la esencia de aquella criatura. Angelie las recogía y se cubría presurosa.

Sin siquiera volver su cara hacia ella, Marco se despedía formal, Angelie se marchaba, escondiendo entre sus cabellos dorados una lágrima, elixir que recogía con su índice y posaba, a modo de firma sobre el papel en el que Marco la había dibujado.

lunes, 22 de julio de 2013

La Escondida

La Escondida es mi novela, mi pequeña criatura... podría hablar y hablar sin parar sobre esta "hija" que me ha salido, pero como parece que lo que dice uno mismo no tiene el mismo valor, os voy a dejar el comentario de una persona que, habiéndola leído ha hecho uno de los mejores análisis que he podido leer sobre mi propia obra.

Gracias Pablo Moreno.

De Pablo Moreno
Detrás de "La Escondida". No tardes en comprarte su libro, merece la pena.

"El tiempo es capaz de adormecer el dolor hasta hacerlo casi desaparecer". Doce palabras agrupadas en ese orden serían suficientes para captar la esencia de la novela de Marta del Fresno, pero con esa cita solo conseguiríamos permanecer en la superficie. Ni siquiera podríamos levantar el vuelo hacia la cumbre de las montañas o profundizar bajo el escondido y enigmático “subsuelo sentimental” de la protagonista. Pero, precisamente no necesitamos demasiado tiempo para darnos cuenta, reflexionar y refrescarnos con una lectura ágil, sencilla y adictiva. Diríamos que engancha y además no produce dolor. Hablamos de La Escondida de Marta M. del Fresno.

"La cosas suceden en el momento en el que menos esperamos", es otra de sus frases que surcan sus páginas. Conocí este libro, La Escondida, de la mano de su autora una mañana de sábado en el programa Hoy en Madrid Fin de Semana ante la presencia de Carlos Anaya, Andrea Ferrás, Psicólogo Sergio García, Mar Lesmes Arenas, Curro Castillo y algunos invitados especiales (Marco Dettoni, Juan Miguel Cruz y El lunático oficial). Durante la entrevista en el programa (donde parece que no se dice nada, pero en realidad se cuenta todo), descubrí que sería una excelente opción adentrarme en ese territorio inexplorado que había soñado la autora.

La Escondida alude a una casa, en concreto, a un edificio emplazado en un lugar inhóspito y solitario de Navacerrada, aunque podría emplazarse en cualquier espeso bosque de la península. Parece que estas paredes son el centro, el punto de encuentro de la familia y el sitio en el que todo pasa. Incluso me atrevería a ir más allá al comparar la vivienda con el mundo interno de la protagonista: Alexandra. Nos encontramos en un mundo de confusión donde paulatinamente la luz va desdibujando las sombras.

En el sótano, permanece un profundo secreto que guardaba el padre de Alexandra, Alonso. Es un espacio oscuro, un enigma que tendrá que resolver si la protagonista quiere rencontrarse consigo misma y poner en orden su pasado. Una pista para conocer de verdad a su padre. Prueba de ello, es un fragmento que nos regala la autora: “siempre pensé que valía más de lo que él pensaba”. Para satisfacer a los demás, primero tienes que gustarte.

La historia nos habla de un padre que no es bueno ni malo. Mejor no establecer categorías. Alonso vivió la vida que le tocó vivir, aunque el lector quizás encontrará erróneas sus decisiones, o puede que no. Actuó por unas circunstancias y asumió las consecuencias de sus actos. Para extraer tu punto de vista, tienes que leerte la novela.

Marta M. del Fresno también aborda la cuestión de que las apariencias engañan, es decir, el pensamiento lógico no siempre es el verdadero. En la vida hay matices y excepciones que si no se explican, dan lugar a malentendidos. ¿Qué se esconde detrás de un hermano como Alberto que parecía frío como el hielo? ¿Qué pensaríamos de un abogado que parece haber cometido un delito de asesinato?

Desde las profundidades, van pasando reflejos de gente que influyen en Alexandra. El salón será el núcleo principal del pensamiento de Alexandra. Por allí pasa su familia, hecho que nos permite conocer cómo es la relación con sus hermanos, sus diferencias y sus virtudes.

Cada uno de los personajes se irán entrelazando para desvelarnos su verdadera implicación en la historia. Desde la asistenta Sonia hasta el abogado Gregorio, pasando por sus hermanos Carlos y Alberto.

Amor, engaños, mentira, intriga y humanidad. Sobre todo, un libro alejado de extremos, donde buenos y malos no son blancos ni negros. Los matices difuminan los colores para que cada lector se ponga de parte de su personaje favorito y extraiga su verdadera conclusión.

¿Qué te parece si te pierdes por algunos de los parajes olvidados de Navacerrada? ¿Qué te parece si encuentras una casa apartada en pleno bosque? Allí, podrás encontrar ese secreto que todos vamos buscando. Nada sucede por casualidad. Siempre hay un motivo, una llave que te permite resolver tus dudas por muy profundas que estas se encuentren.

Por último, una frase más de la autora. "Hay algunos secretos que están mejor bajo tierra, otros necesitan ser aireados para devolver el orden y la calma a la familia"

VER BOOKTRAILER


La aventura de ser escritora

No es nada fácil, no. Escribir, que te lean y encima poder ganarte la vida de esta manera parece casi Misión Imposible... bueno, os contaré un secreto, no sólo lo parece, lo es, pero qué le voy a hacer si escribir es de las pocas cosas que sé hacer, y para colmo las letras son mi pasión...

Compartir vivencias y pensamientos a través de este medio se ha convertido en la manera en la que yo hago las cosas y me gano los garbanzos ¿Suerte? pues sí, para qué lo voy a negar, pero también mucho trabajo, muchas noches sin dormir dándole a la tecla :-)

Desde que tomé la determinación de empeñar mi espíritu en esto, he puesto a vuestra disposición una página web para poner a vuestra disposición la posibilidad de materializar algunos de vuestros deseos: www.entre-letras.com

Un sueño, una ilusión compartida... ¿Tienes que escribir un discurso y no sabes cómo empezar?¿Quieres regalarle un cuento personalizado a alguien muy especial?¿Necesitas expresar lo que sientes y te faltan las palabras?¿Tienes unas ideas increíbles y quieres que alguien las ponga en negro sobre blanco? Pues contáctame

Algunos ya me conocéis como autora de novelas, de cuentos y relatos, pero eso no siempre es suficiente así que he abierto Entre Letras para poner mi buen hacer con las letras a vuestra disposición.

Os podéis preguntar ¿Por qué convertirse en escritor por encargo? pues porque es casi imposible vivir únicamente de la venta de las novelas y de algo hay que comer. Es convertirse en un obrero de las letras, pero ello no significa que sea menos digno que el trabajo de cualquier escritor que sólo se dedica a escribir para sí mismo. Yo lo veo como una forma de compartir un don y hacer que aquellos que no lo tienen desarrollado puedan aprovecharse de la belleza de la palabra bien escrita, de cómo Ella sabe llegar como nadie al corazón y la mente de los demás.

A vuestro servicio...


¡Bienvenidos!

Pues sí, ya era hora.

Por fin el blog de Entre Letras que tantos habéis pedido.

A los que ya me conocéis, este lugar os va a resultar muy familiar, vais a encontrar muchas cosas que ya habéis leído en Mis Libros y Otras Cosillas, además de nuevas noticias, de un formato más ágil y dedicado a la literatura en todas sus formas. A los que aún no me conocíais, bienvenidos a esta pequeña gran familia :-)

Aquí los comentarios siempre son bienvenidos, incluidas las críticas. Sólo os  pido respeto, es decir, que cualquiera que quiera decir algo es totalmente libre de hacerlo, pero al igual que yo voy a cara descubierta, os pido que vosotros también lo hagáis. Un nombre, un pseudónimo... me gusta saber quién dice lo que dice y por qué. A partir de ahí, lo que vosotros queráis.

Espero que disfrutéis de este sitio y que colaboréis con vuestro saber y buen hacer.

Lo dicho: Bienvenidos